viernes, 6 de febrero de 2009

El viaje ha sido largo:
tras el desierto, los bosques
tras los bosques, los llanos,
tras Ronda, Zahara.

He subido la ladera de tu puerto,
he respirado hondo y profundo.
Paso a paso, los últimos metros del
camino, monte abajo, el almendro
más abajo, tus huesos.

Me he sentado: todavía no hay sombra.
Me he llenado de todo y
vaciado de nada.

El lago, como lo pinte el día, al fondo,
el castillo detrás, a la derecha, lejos.
Ante mí todo el verde que nunca valoré
y la sonrisa de las piedras.

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